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Mantenimiento sencillo y efectivo para tus cortinas metálicas: Guía para microperforadas, automáticas y más

Las cortinas metálicas enrollables son esenciales para la seguridad, el control de acceso y protección en locales comerciales, almacenes, cocheras y espacios residenciales. Su durabilidad y resistencia las convierten en una opción preferida; sin embargo, su constante uso y exposición a factores ambientales pueden afectar su rendimiento si no reciben el mantenimiento adecuado.

Para evitar que se atasquen, hagan ruidos molestos o sufran fallas mecánicas y eléctricas, es indispensable realizar un mantenimiento periódico y específico según el tipo de cortina.

En esta guía, aprenderás cómo mantener operativas tus cortinas metálicas enrollables, tanto manuales como automáticas, abordando el cuidado de cada componente y sus accesorios clave.

Importancia del mantenimiento preventivo: Evita costos innecesarios

El mantenimiento preventivo de las cortinas metálicas es una tarea indispensable para su correcto funcionamiento. Sin un cuidado adecuado, estas estructuras pueden volverse rígidas, difíciles de manejar y eventualmente fallar. La falta de mantenimiento puede resultar en problemas como:

  • Desalineación: la acumulación de suciedad y el desgaste normal pueden provocar la desalineación de los componentes de la cortina que afectan el cierre y la apertura de la misma. Esto puede dificultar el funcionamiento y producir un desgaste prematuro, requiriendo ajustes y reparaciones. 
  • Óxido y corrosión: la exposición a los elementos, como la humedad y la lluvia sin protección o la falta de aplicación de pintura antioxidante, puede provocar óxido y corrosión, en especial en las partes metálicas de la cortina. Esto debilita la estructura y reduce su vida útil, necesitando la reposición de partes dañadas.  
  • Daños en el motor (cortinas automáticas): la acumulación de suciedad o una lubricación inadecuada en el motor de las cortinas automáticas puede generar sobrecalentamiento por fricción excesiva y fallas mecánicas, requiriendo una costosa reparación e incluso el cambio del motor.
  • Rotura de la cinta o el cable: el desgaste de la cinta o el cable puede provocar su rotura, dejando la cortina inoperativa. Esto requiere la reposición de la cinta o el cable y puede implicar un tiempo de inactividad significativo.
  • Desgaste de los rodillos: la falta de lubricación en rodamientos y rodillos producen desgaste en los mismos, sobre todo en cortinas automáticas, provocando vibraciones y un funcionamiento ruidoso al operar, afectando su vida útil. El reemplazo de los rodillos puede ser costoso y requerir la intervención de un técnico especializado.

Un mantenimiento adecuado no solo previene estos problemas, sino que también asegura que tus cortinas operen de manera eficiente y segura. 

Mantenimiento general de cortinas enrollables

En general, el mantenimiento de todos los tipos de cortinas enrollables se divide en tres áreas principales como lo son limpieza, lubricación e inspección y ajuste de piezas.

Limpieza

Como en todo mantenimiento la limpieza es una parte fundamental, para ello se sugiere retirar el polvo y la suciedad acumulada tanto de las cortinas como de las guías y rieles con un trapo seco o un cepillo, en caso de encontrar residuos adheridos se usa un paño húmedo en agua tibia y un detergente suave o neutro. 

Evita el uso de productos abrasivos que puedan dañar la pintura o el acabado de la cortina. Asegúrate de secar bien todas las piezas de la cortina con un paño limpio y seco al terminar la limpieza.

La frecuencia recomendada de este paso es cada 1 a 2 meses para evitar la acumulación excesiva de suciedad y corrosión.

Lubricación

Una lubricación regular en las partes móviles asegura un funcionamiento suave y silencioso. Además, prolonga la vida útil de los componentes de la cortina. Para los ejes y rodamientos aplica lubricante en aerosol tanto en los ejes de giro como en los resortes de tensión y grasa para los rodamientos del tambor.

En el caso de las guías lo ideal es aplicar una fina capa de aceite para reducir la fricción, evita aceites muy densos que puedan atraer suciedad y formar obstrucciones. Para la cerradura central y cerrojos se recomienda utilizar grafito en polvo lo que evita bloqueos.

Se recomienda lubricar cada 3 a 4 meses, dependiendo del uso y condiciones ambientales.

Inspección y ajuste de piezas

Revisa todas las partes de la cortina para detectar algún daño o desgaste. Asegúrate que todo esté bien ajustado y que la cortina se enrolle y desenrolle sin problemas. Presta especial atención a las uniones y las zonas de mayor fricción. Presta especial atención a:

  • Soportes y guías: verifica que estén bien sujetos a la estructura.
  • Sistema de enrollado: asegura que el tambor gire sin resistencia, si no lo hace aplica lubricante y verifica el eje de rotación.
  • Elementos de seguridad: comprueba que los sensores funcionen correctamente en las cortinas automáticas.
  • Tornillería y fijaciones: ajusta los tornillos y pernos sueltos.
  • Sistema de tracción: en cortinas manuales inspecciona la cadena para tecle y el tecle manual. Si hay desgaste deben ser reemplazados.

Realiza pruebas de funcionamiento, sube y baja la cortina varias veces para detectar ruidos o fallos en el mecanismo. Repite este procedimiento cada 6 meses.

Mantenimiento según el tipo de cortina

El mantenimiento concreto dependerá del tipo de cortina metálica. Cada una tiene necesidades específicas, por ello te explicamos cómo cuidar las automáticas, manuales, microperforadas, de doble nervio y de malla americana.

Cortinas metálicas automáticas o motorizadas

Las cortinas metálicas motorizadas, gracias a su tecnología, ofrecen una comodidad y eficiencia inigualables. Sin embargo, su funcionamiento depende de una serie de componentes electrónicos y mecánicos que requieren un cuidado especial. Presta atención a:

  • Motor: es el corazón de una cortina motorizada, requiere de una limpieza regular que elimine polvo y residuos para evitar sobrecalentamiento u otras fallas en su funcionamiento. Presta especial atención ante algún ruido anormal o falta de potencia. Aplica un lubricante adecuado en spray en todas las piezas móviles del motor, engranajes, ejes y emplea grasa especial para los rodamientos.
  • Sistema de control y conexiones eléctricas: en caso de que la cortina no responda de forma correcta a sus funciones, revisa el mando, la señal, el sistema eléctrico y reemplaza baterías de ser necesario. Verifica las conexiones eléctricas en búsqueda de cables sueltos o dañados. 
  • Sensores de seguridad: las cortinas motorizadas suelen contar con sensores de seguridad que detectan obstáculos. Estos deben limpiarse con un paño seco para garantizar un funcionamiento correcto y evitar accidentes. 
  • Batería (en caso de sistemas de respaldo): si tu cortina cuenta con una batería de respaldo, es importante verificar su carga y reemplazarla cuando sea necesario. 
  • Guías y rodamientos: al igual que en las cortinas manuales, se deben mantener limpias y lubricadas las guías y los rodamientos para asegurar un deslizamiento suave y evitar el desgaste prematuro.
  • Recuerda: desconecta la energía antes de comenzar cualquier mantenimiento para evitar accidentes eléctricos.

Recomendación: realiza este mantenimiento cada 4 meses y solicita servicio técnico profesional una vez al año.

Cortinas metálicas manuales

Las cortinas enrollables manuales, aunque simples en su funcionamiento, requieren un mantenimiento regular para asegurar su correcto funcionamiento y prolongar su vida útil. A continuación, te detallamos los puntos clave a los que debes prestar atención:

  • Eje y tambor de enrollado: es el responsable del movimiento fluido de la cortina. Inspecciona el tambor de enrollado y el eje para detectar cualquier daño, desgaste o falta de lubricación en los cojinetes. Asegúrate de que el mecanismo gire libremente y sin ruidos anormales. Un eje desalineado o con acumulación de residuos puede generar atascos y desgaste prematuro.
  • Muelles de tensión o compensación: estos resortes equilibran el peso de la cortina permitiendo que se abra y cierre sin esfuerzo. Inspecciona su estado y asegúrate de que no estén deformados o rotos. La fatiga del material puede causar pérdida de tensión, haciendo que la cortina caiga o atasque de forma repentina y sea difícil de operar. Si hay variaciones en la resistencia al subir o bajar, es señal de que requieren ajuste o reemplazo.
  • Cuerda o cinta de accionamiento: en caso de que tu cortina las utilice examina con regularidad para detectar signos de desgaste, deshilachados o rotura. Si presenta daños, reemplace inmediatamente. Una cuerda dañada puede romperse y afectar la seguridad.
  • Rodillos guiadores: los rodillos guiadores son vitales para el movimiento suave de la cortina. Limpie y lubrique de forma correcta los rodillos. Rodamientos dañados o sucios provocan ruidos y desgaste.
  • Sistema de fijación, soportes y anclajes: asegúrate de que la fijación de la cortina a la estructura esté firme y segura a la pared o techo. Un desajuste puede provocar desalineación, daños en los componentes y por ende un mal funcionamiento de la cortina.
  • Guías laterales: son las ranuras por donde se desplaza la cortina, se encargan de mantener la alineación durante su recorrido. Limpia a fondo las guías con un trapo seco o un cepillo de cerdas suaves para eliminar cualquier obstrucción que pueda impedir un deslizamiento suave.
  • Inspección de la duela y sus terminales: para comprobar que las lamas metálicas no tengan deformaciones ni corrosión. Aplicar pintura antioxidante si la cortina está expuesta a la intemperie.

Recomendación: Realiza este mantenimiento cada 3 a 6 meses, dependiendo del uso y las condiciones ambientales.

Cortinas metálicas microperforadas

El mantenimiento de las cortinas enrollables microperforadas requiere una atención especializada debido a su diseño único, que combina ventilación, visibilidad y seguridad. A diferencia de otros modelos, estas cortinas están fabricadas con láminas perforadas que permiten la circulación del aire y la entrada de luz, lo que influye de forma directa en su desgaste y en los puntos críticos de mantenimiento. Para su cuidado toma en cuenta lo siguiente:

  • Láminas microperforadas: debido a sus perforaciones, estas cortinas acumulan más polvo y suciedad que pueden afectar tanto la estética como su funcionalidad. Utiliza un aspirador con cepillo suave para limpiar a fondo ambos lados de la cortina. Evita el uso de agua a presión o productos químicos abrasivos que puedan dañar el acabado. 
  • Revisión de las láminas: se recomienda inspeccionar su integridad estructural para detectar posibles deformaciones o corrosión, especialmente en ambientes con alta humedad o exposición a contaminantes. Aplica una capa de pintura antioxidante cuando la cortina se encuentre expuesta a la humedad constante.
  • Guías laterales con sellos de fricción: en este tipo de cortinas, las guías suelen incorporar sellos de fricción o cepillos que minimizan el ruido y mejoran el deslizamiento. Si estos elementos se desgastan o acumulan suciedad, pueden generar bloqueos o un movimiento irregular, por lo que es esencial mantenerlos limpios y en buen estado.
  • Sistema de enrollado con refuerzo estructural: debido a su diseño perforado, la cortina puede ser más flexible que las de lámina sólida, lo que hace que el tambor de enrollado y los soportes estructurales deban estar alineados para evitar deformaciones en el cierre o atascos en la subida y bajada. Recuerda lubricar cada tres meses todos los mecanismos móviles para asegurar su correcto funcionamiento.
  • Cierres y sistema de bloqueo: como estas cortinas están diseñadas para ofrecer seguridad sin perder visibilidad, sus mecanismos de cierre suelen ser más robustos. Se debe verificar el correcto funcionamiento de los cerrojos y bisagras, asegurando que no haya obstrucciones ni desgaste excesivo en las uniones.

Mantener estos componentes en óptimas condiciones garantiza un funcionamiento silencioso, seguro y eficiente, preservando las ventajas estéticas y funcionales de este tipo de cortinas.

Recomendación: se sugiere una frecuencia de mantenimiento cada 2 meses en ambientes húmedos.

Cortinas metálicas con doble nervio y mallas americanas

El mantenimiento de las cortinas metálicas enrollables de doble nervio y tela americana requiere un enfoque técnico debido a su diseño reforzado y a los materiales utilizados en su fabricación. A diferencia de otros tipos de cortinas, estas poseen una estructura más robusta, lo que las hace ideales para brindar mayor seguridad y resistencia, pero también implica una atención más detallada en ciertas partes clave como lo son:

  • Tensión de los cables: en las cortinas de doble nervio, la tensión correcta de los cables es fundamental para un correcto funcionamiento. Una tensión inadecuada puede provocar desalineaciones, ruidos o desgaste prematuro. Inspecciona y ajusta la tensión según sea necesario.
  • Conexiones de las láminas: asegúrate de que las conexiones entre las láminas de doble nervio estén firmes y que no presenten daños o desgaste. Un desajuste en las conexiones puede provocar desalineación o desgaste en las láminas.
  • Guiadores laterales: en las mallas americanas, los guiadores laterales sufren mayor desgaste. Inspecciona con regularidad en busca de daños y limpia la acumulación de suciedad o residuos.
  • Articulaciones: lubrica las articulaciones de las láminas para evitar el desgaste y garantizar un funcionamiento suave.

A diferencia de las cortinas de tela lisa o microperforadas, las de doble nervio y mallas americanas requieren mayor atención a la tensión de los cables y al estado de las articulaciones. 

Las mallas americanas por su parte necesitan una limpieza más profunda de los guiadores laterales. Una inspección regular y la lubricación de las articulaciones es vital para asegurar la longevidad de estas cortinas.

Recomendación: frecuencia de mantenimiento cada 6 meses.

Un mantenimiento adecuado es la inversión más rentable para tus cortinas metálicas. Siguiendo estas sencillas pautas, prolongarás su vida útil, mejorarás su rendimiento y garantizarás la seguridad de tu espacio. 

Desde la limpieza regular hasta la lubricación de los mecanismos, cada paso cuenta. Recuerda que una cortina bien cuidada no solo es funcional, sino que también realza la estética de cualquier ambiente.

5ta Avenida 9-10 calle S.O.
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