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Alarga la vida de tu motor de portón: Mantenimiento sencillo y efectivo

Los motores de portón son una solución práctica que brinda seguridad, comodidad y eficiencia tanto en hogares como en instalaciones industriales. Sin embargo, como cualquier equipo mecánico y eléctrico, requieren atención regular para mantenerse en óptimas condiciones. No se trata de tareas complejas, sino de acciones simples que, si se ejecutan con constancia, pueden marcar una gran diferencia.

En este artículo te explicamos cómo cuidar tu motor de portón de manera adecuada, qué hacer para prolongar su vida útil, los errores comunes que debes evitar y cuándo acudir a un técnico especializado.

Importancia del mantenimiento del motor para portones

El motor de un portón automático es una combinación de componentes eléctricos, electrónicos y mecánicos que trabajan de forma sincronizada. Está expuesto a factores como el polvo, la humedad, el calor, el frío y el uso frecuente, por lo tanto, es natural que con el tiempo se desgaste.

Pensar en el mantenimiento del motor de portón es ir más allá de la simple prevención de averías. Es una inversión en tranquilidad y funcionalidad que te ofrece: 

  • Seguridad inquebrantable: el mantenimiento asegura que el portón abra y cierre de manera confiable, evitando no solo posibles robos, sino también accidentes domésticos. 
  • Vida útil prolongada y ahorro económico: evita el desgaste prematuro de los componentes internos y externos. 
  • Rendimiento óptimo y silencioso: no solo es más duradero, sino que también funciona de manera más eficiente y silenciosa, no necesita esforzarse más de lo necesario para mover el portón. 
  • Mantenimiento del valor de la propiedad: un portón automático funcional y en buen estado añade valor percibido, lo que influye de forma positiva en el valor del inmueble. 
  • Prevenir costos inesperados: es posible identificar pequeños problemas antes de que se conviertan en fallas graves y costosas. 

Acciones clave para alargar la vida útil del motor

Realizar un mantenimiento efectivo no requiere ser un experto. La clave reside en la constancia y en seguir algunas reglas básicas. 

Estas acciones preventivas son sencillas, pero marcan una gran diferencia en la longevidad y el rendimiento del equipo:

  1. Limpieza del área y del sistema

La acumulación de polvo, tierra, hojas, insectos y telarañas es uno de los enemigos silenciosos del motor de portón. Estos elementos pueden obstruir las fotocélulas, ingresar a los mecanismos internos o crear fricción innecesaria, para ello: 

  • Cepilla o aspira con regularidad el riel, cremallera o brazo articulado del portón para eliminar residuos que impidan el movimiento suave de las ruedas, asegúrate de que no haya piedras pequeñas o ramas.
  • Revisa que no haya insectos, nidos o acumulaciones de suciedad en la carcasa ni en el motor, utiliza un paño seco o ligeramente húmedo para limpiar la superficie.
  • Verifica las fotocélulas y limpialas con un paño suave y seco para que no haya nada que obstruya el haz de luz. Una fotocélula sucia no funciona, lo que anula una de las protecciones más importantes.
  • Si tu portón utiliza una cadena o correa, limpia con suavidad para eliminar cualquier residuo antes de lubricar.
  1. Inspección visual periódica

Una mirada atenta puede revelar el inicio de ciertos problemas antes de que se agraven. Dedica unos minutos cada mes a esta inspección.

  • Cables y conexiones: verifica que todos los cables estén en buen estado, sin cortes, peladuras o signos de roedores. Las conexiones eléctricas deben estar firmes y sin signos de corrosión.
  • Caja de control o tarjeta electrónica: confirma el estado, si notas mal olor, humedad o daño físico, solicita revisión técnica.
  • Sensores: asegúrate de que los sensores estén bien alineados y libres de obstrucciones.
  • Tornillos y sujeciones: revisa que todos los tornillos y anclajes que sujetan el motor y la estructura estén apretados. Las vibraciones del uso diario pueden aflojarlos.
  • Rieles y ruedas: comprueba que los rieles estén alineados, sin deformaciones ni obstrucciones. Las ruedas deben girar libres sin trabarse. En los portones levadizos, observa el estado de los cables de acero y poleas.
  • Correa o cadena (si aplica): examina si la correa o cadena tiene la tensión correcta. Una correa floja puede patinar y reducir la eficiencia, mientras que una cadena demasiado tensa puede sobrecargarlo.
  • Estado general: busca signos de óxido, corrosión o daños por impacto en la carcasa del motor.
  1. Lubricación adecuada y específica

Las piezas que se mueven de forma constante, como engranajes, cadenas, bisagras y rodamientos, requieren lubricación para reducir la fricción, el desgaste y el ruido. Sin embargo, no todos los lubricantes son apropiados.

  • Componentes a lubricar: 
  • Engranajes y piñones: si son accesibles y están expuestos, pueden requerir grasa de litio. 
  • Cadena (si aplica): utiliza un lubricante específico para cadenas (a menudo un aceite seco o grasa de litio en aerosol) que no atraiga polvo en exceso.
  • Rodamientos y ejes (si aplica): algunos modelos pueden tener rodamientos que se benefician de una gota de aceite ligero.
  • Bisagras y ruedas del portón: las bisagras del portón batiente y las ruedas del corredizo deben lubricarse con grasa multiusos o un spray de silicona para asegurar un movimiento fluido y sin esfuerzo.
  • Frecuencia: en general, se recomienda lubricar cada 3 a 6 meses, dependiendo del uso y las condiciones ambientales. Siempre consulta el manual para recomendaciones específicas.
  • Tipo de lubricante: usa el lubricante recomendado por el fabricante. El tipo incorrecto puede dañar los componentes, atraer más suciedad o incluso corroer ciertos materiales.
  1. Prueba de seguridad 

Las fotocélulas y los sensores de obstáculos son tus guardianes de seguridad, debes asegurarte de que funcionan de forma correcta.

  • Cómo probarlas: coloca un objeto en el camino del portón mientras se está cerrando. Este debería detenerse y retroceder de forma inmediata al detectar el objeto. Si no lo hace, las fotocélulas están sucias, desalineadas o averiadas y necesitan atención urgente.
  • Sensor de obstáculos: algunos motores tienen un sensor de fuerza que detecta si el portón encuentra resistencia. Si se detiene o invierte al detectar una resistencia inusual, está funcionando.
  1. Ajuste de límites de recorrido

Los límites de recorrido son la programación que le indica al motor de portón dónde detenerse al abrir y cerrar.

  • Verificación: observa si el portón abre por completo sin golpear el tope final y si cierra por completo sin forzar el motor contra el suelo o el marco.
  • Ajuste: si el portón no abre o cierra por completo, o si parece esforzarse al final del recorrido, es posible que los límites necesiten ser reajustados. Esto por lo general se hace con botones o potenciómetros en la placa de control del motor, siguiendo las instrucciones del manual.
  1. Atención a ruidos extraños o vibraciones

Tu motor te “habla” a través de los sonidos. Presta atención a cualquier cambio.

  • Ruidos inusuales: un chirrido, golpeteo, rechinido o cualquier sonido diferente al habitual puede indicar un problema inminente en los engranajes, rodamientos o la cadena/correa.
  • Vibraciones: si vibra en exceso al operar, esto podría ser un signo de desequilibrio, piezas sueltas o un motor sobrecargado.

Actúa con rapidez si detectas alguno de estos signos, investiga la causa de inmediato o consulta a un técnico. Ignorarlos solo hará que el problema empeore.

  1. Programación de mantenimientos preventivos

Establecer un calendario de mantenimiento ayuda a no olvidar las revisiones necesarias. Para uso residencial, una verificación semestral suele ser suficiente. En entornos industriales o de alto tránsito, se recomienda cada tres meses o incluso mensual, dependiendo del nivel de uso.

Registrar las tareas realizadas y las observaciones encontradas permite llevar un historial del equipo y anticipar posibles necesidades de reemplazo o reparación.

Errores comunes que debes evitar

El desconocimiento o la prisa pueden llevar a cometer errores que afectan la vida útil del motor de portón. A continuación, se enumeran las prácticas que deben evitarse:

  1. Forzar el portón manualmente sin liberar el motor

Si tu motor no funciona, no intentes abrir o cerrar el portón a la fuerza. La mayoría tienen un sistema de desbloqueo manual para operar sin el motor. Forzarlo puede dañar los engranajes internos, la transmisión o el sistema de desbloqueo, doblar la cadena o correa, o incluso deformar la estructura del portón, lo que resultaría en una reparación mucho más costosa.

  1. Ignorar ruidos o movimientos irregulares

Cuando el motor comienza a emitir ruidos inusuales o el portón se mueve con tirones, no lo tomes a la ligera. Estos son señales de advertencia, ignorarlos puede llevar a una avería mayor. Ante cualquier cambio en el comportamiento habitual, es recomendable detener el uso y revisar el sistema.

  1. Instalar el motor en lugares con alta exposición sin protección

La exposición directa a la lluvia, el polvo o el sol intenso afectan a la carcasa y puede acelerar el deterioro y sus conexiones. Es fundamental asegurar que la carcasa esté bien sellada y que los orificios de ventilación no permitan el ingreso de agua o suciedad.

  1. Sobrecargar el motor

El motor de un portón puede sufrir sobrecarga por dos razones clave. La primera ocurre cuando su capacidad instalada no es suficiente para la fuerza que demanda el portón; esto no solo acorta su vida útil, sino que puede llevar a la quemadura del equipo. La segunda causa es el uso repetido en un corto periodo. 

Los motores automáticos poseen un ciclo de trabajo específico y necesitan pausas para evitar el sobrecalentamiento. Si se usa de forma muy intensa, es aconsejable elegir un motor diseñado para alto tráfico o uso continuo.

  1. Uso de lubricantes inadecuados o exceso de lubricante

Como mencionamos, no todos los lubricantes sirven para todo. Usar aceite de cocina, WD- o grasas no apropiadas puede atraer más suciedad, endurecerse, corroer gomas o plásticos, o incluso invalidar la garantía del motor. El exceso de lubricante también es perjudicial, ya que puede acumular polvo y crear una pasta abrasiva que dañe los componentes. 

  1. Reparaciones complejas sin conocimiento

A menos que tengas experiencia y conocimientos técnicos específicos en electrónica y mecánica de portones, no intentes reparar componentes internos del motor, la placa electrónica o los sistemas eléctricos. Esto no solo es peligroso, sino que también puede causar daños irreversibles al equipo.

  1. Obstaculizar las fotocélulas o rieles

La presencia de obstrucciones es un error frecuente que afecta de forma directa la seguridad y el desempeño del portón. Es esencial que las fotocélulas estén siempre despejadas. Del mismo modo, los rieles de portones corredizos o levadizos deben mantenerse limpios. Cualquier objeto en su trayectoria puede bloquear el cierre, o incluso provocar daños severos si el portón intenta forzar su paso, generando un riesgo de seguridad.

¿Cuándo acudir a un técnico especializado?

Si bien muchas tareas pueden realizarse sin ser experto, hay situaciones donde es preferible llamar a un profesional:

  • Cuando el motor no responde al control remoto.
  • Si el portón se detiene a mitad de recorrido o se mueve de forma errática.
  • Si escuchas sonidos metálicos o golpes secos durante el movimiento.
  • Cuando el portón se queda abierto o cerrado sin causa aparente.
  • En caso de humedad dentro del motor o mal olor proveniente del sistema.

El mantenimiento profesional incluye revisión interna del motor, análisis de la tarjeta electrónica, test de fuerza del sistema, verificación de topes y ajustes finos. 

En resumen, el motor de tu portón automático es una pieza de ingeniería diseñada para ofrecerte comodidad y seguridad. Sin embargo, su rendimiento y longevidad dependen del cuidado que le brindes. 

Las tareas de mantenimiento que hemos detallado aquí no son complicadas ni requieren de mucho tiempo; son hábitos que, si se realizan con regularidad, te ahorrarán dinero, preocupaciones y te asegurará que tu portón siempre esté a la altura de tus expectativas.

Recuerda, la prevención es la mejor herramienta. Un poco de limpieza, la lubricación adecuada y una inspección visual periódica son las bases para que tu motor de portón te acompañe por muchos años, funcionando de forma impecable y segura. No esperes a que tu portón presente problemas para actuar; implementa estas reglas básicas y disfruta de la tranquilidad de un sistema bien mantenido.

5ta Avenida 9-10 calle S.O.
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